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Andrea, Katherine y
Diego, junto a Zoe, a quien rescataron de la calle y ahora está rehabilitada
VICENTE CORREALE
DELIA MENESES | EL UNIVERSAL
Lunes 17 de octubre de 2011 12:00
AM
En las patas y el hocico Zoe todavía conserva las
cicatrices del tiempo en que era una perra de pelea. Cuando los miembros de la
fundación Unión Caracas Pitbull la rescataron de la calle pesaba apenas 23
kilos, estaba llena de sarna y garrapatas, no tenía fuerza en las patas y lo
más peligroso: reaccionaba violentamente al contacto humano.
Cuatro meses después se le ve fornida, puede correr, salta emocionada encima de quien llegue a visitarla y se rinde con facilidad ante una caricia. Katherine Ortiz resume en una frase la rehabilitación de Zoe: "volvió a confiar en la gente". Y en este proceso, lograr que el animal se dejara tocar fue clave. "Cuando llegó no permitía que nadie le tocara las orejas, la cola ni la mandíbula".
El viernes gestionaban su adopción pues ya recibió el adiestramiento básico. Hace poco también se fue Thor. "Una vez en sus nuevas casas les hacemos seguimiento para asegurarnos de que no los vayan a usar para peleas", explica Ortiz, miembro de Unión Caracas.
Desde que se constituyó la fundación, hace un año, sus integrantes trabajan para cambiar el estigma que tienen los pitbulls. Los llaman mata gente, pero la raza que pretenden erradicar en 2014 (según el artículo 33 de la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio) es dócil, todo depende del entrenamiento y del cariño que reciban.
En el Centro de Zooterapia en Los Samanes, por ejemplo, utilizan Pitbulls para terapias con personas con problemas físicos y psicológicos. Andrea Trujillo, una de las integrantes de la fundación, comprobó lo bien que le hizo a su hermana el contacto con Prada, la Pitbull que tienen en casa. "Ella tiene problemas motores y el contacto de sus manos y pies con el llamado pelaje de cochino del perro le favorece. Además esta raza es cuidadora de niños".
Pequeños con Asperger también han sentido los beneficios de la cercanía de los Pitbulls, comenta Ortiz, la dueña de Kekoa, la perra que dio origen a la fundación. "Busqué ayuda con un entrenador canino (Gustavo Martínez) porque Kekoa me destruía todo en la casa. Lo bueno de su método es que él te entrena a ti para que tú entrenes a tu perro", explica Ortiz, quien además de su Pitbull ha adiestrado a otros diez.
"Es verdad que tienen instinto de caza, pero no son agresivos, son hiperactivos y los que muerden a alguien fueron entrenados por humanos para tener esta conducta", asegura Ortiz. Los miembros de la fundación explican estas cosas a niños y jóvenes en liceos. La idea es que quede claro que, como todos los perros, si tienen cariño, buen trato y educación se portan adecuadamente.
Cuatro meses después se le ve fornida, puede correr, salta emocionada encima de quien llegue a visitarla y se rinde con facilidad ante una caricia. Katherine Ortiz resume en una frase la rehabilitación de Zoe: "volvió a confiar en la gente". Y en este proceso, lograr que el animal se dejara tocar fue clave. "Cuando llegó no permitía que nadie le tocara las orejas, la cola ni la mandíbula".
El viernes gestionaban su adopción pues ya recibió el adiestramiento básico. Hace poco también se fue Thor. "Una vez en sus nuevas casas les hacemos seguimiento para asegurarnos de que no los vayan a usar para peleas", explica Ortiz, miembro de Unión Caracas.
Desde que se constituyó la fundación, hace un año, sus integrantes trabajan para cambiar el estigma que tienen los pitbulls. Los llaman mata gente, pero la raza que pretenden erradicar en 2014 (según el artículo 33 de la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio) es dócil, todo depende del entrenamiento y del cariño que reciban.
En el Centro de Zooterapia en Los Samanes, por ejemplo, utilizan Pitbulls para terapias con personas con problemas físicos y psicológicos. Andrea Trujillo, una de las integrantes de la fundación, comprobó lo bien que le hizo a su hermana el contacto con Prada, la Pitbull que tienen en casa. "Ella tiene problemas motores y el contacto de sus manos y pies con el llamado pelaje de cochino del perro le favorece. Además esta raza es cuidadora de niños".
Pequeños con Asperger también han sentido los beneficios de la cercanía de los Pitbulls, comenta Ortiz, la dueña de Kekoa, la perra que dio origen a la fundación. "Busqué ayuda con un entrenador canino (Gustavo Martínez) porque Kekoa me destruía todo en la casa. Lo bueno de su método es que él te entrena a ti para que tú entrenes a tu perro", explica Ortiz, quien además de su Pitbull ha adiestrado a otros diez.
"Es verdad que tienen instinto de caza, pero no son agresivos, son hiperactivos y los que muerden a alguien fueron entrenados por humanos para tener esta conducta", asegura Ortiz. Los miembros de la fundación explican estas cosas a niños y jóvenes en liceos. La idea es que quede claro que, como todos los perros, si tienen cariño, buen trato y educación se portan adecuadamente.
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